Luis Amador
Santa Mónica Hidalgo.- El domingo 30 de diciembre los habitantes de esta comunidad se sorprendieron con la desaparición de 6 imágenes pertenecientes a un retablo con baño de oro ubicado en la capilla; sin embargo, aunque el párroco acudió a hacer formal denuncia al Ministerio Publico, nadie de esta agencia acudió al peritaje.
El párroco Erasmo Hernández Dorantes, quien lleva 12 años a cargo del municipio, informó que este es el tercer robo del que es víctima esta capilla, “hace casi 10 años fue el primer robo, se llevaron el equipo de sonido que habían comprado los feligreses y el cáliz que era de puro oro”, un segundo hurto ocurrió 2 años después cuando fueron robadas 2 de las piezas del retablo “se llevaron a Santa Mónica y a San Charbel” dijo el párroco.
Las imágenes robadas presumiblemente son del siglo XVII, y se integraron al catálogo del INAH en el año 2000, cada una de las 6 piezas pesa aproximadamente 80 kilos.
Según los encargados quien sustrajo las piezas lo hizo entrando por la parte de atrás del templo, pues encontraron una cadena rota que atrancaba la puerta de madera que daba a la calle y los candados que aseguraban las puertas que dan al altar no fueron hallados.
El ayuntamiento decidió citar a una conferencia de prensa el pasado 9 de enero, para difundir esta noticia y que las autoridades correspondientes tomaran cartas en el asunto, pero esto no sirvió de mucho por que a dicha conferencia no asistió ningún representante del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Aunque no haya tomado en cuenta este caso el INAH tanto el presbítero como la población en general, planean llegar a las últimas consecuencias de lo que califican como una “falta de respeto a su fè”.
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